Amante bandido

La mujer llegó acompañada de una niñita hermosísima de unos 8 años que resultó ser su sobrina a quien cuidaba como una verdadera hija porque su hermana, que era la madre de la chiquitita se drogaba todo el día y jamás tenía un minuto para cuidarla. Algo intrigada, la emplacé para que me contara el motivo de su visita y después de aclararme que venía recomendada por “las colombianas”, me explicó que su marido, estaba preso en Colina y que como sólo le faltaban dos meses “para venirse”, había sido “cargado” con la muerte de un interno, situación que ella atribuía a la envidia de sus compañeros de encierro que sabiendo el poco tiempo que le quedaba para salir en libertad habían decidido culparlo a él, para dejarlo adentro por varios años más, jurándome de guata que nada tenía que ver con esa muerte porque el finao, incluso había sido su amigo.
Después de algunos minutos corroboré telefónicamente que si bien el tipo no estaba formalizado, era el único imputado y en pocos días se solicitaría su citación al Tribunal para cumplir con este trámite. Al contarle a la mujer lo que probablemente sucedería, la pobre se desarmó completamente y se convirtió en un mar de lágrimas amargas que no pude detener pese a mis torpes y nerviosas palabras de ánimo. Es extraño, pero a esas alturas yo veía solo a una mujer profudamente enamorada y se me había olvidado completamente que se trataba de un hombre operado; Jamás he visto a alguien tan, pero tan triste por amor y resulta irrisoriamente paradójico que no se trate de una relación heterosexual. Con todo, mi perturbada nueva cliente estuvo como dos horas contándome toda su increíble vida, la discriminación que había sufrido, los hombres que la habían golpeado y sus ansias por ser feliz junto al hombre que amaba. Finalmente intenté consolarla diciéndole que si ya lo había esperado por tres largos años, su amor era muy fuerte y que lo que viniese podrían enfrentarlo juntos, pero no hubo caso y con sus ojitos llenitos de lagrimitas me explicó que “tiempo” para ellos no existía porque ambos eran portadores del VIH y ninguno de los dos viviría tanto para esperar. Con esas palabritas simplemente caí fulminada………
Yo me pregunto, porque a mi???, porque yo??, porque justo a mi me llegan estas historias de amor trágicas que nada tienen que ver con el derecho????. Luego de escuchar pacientemente todos los detalles de su triste relación, le prometí a la Jennyta que pese a la flojera que muchas tardes me supera y me impide realizar las visitas carcelarias que sagradamente debería hacer, iría a visitar a su Romeo y que haría todo lo posible por demostrar su inocencia porque de alguna forma yo sentía que si ella había llegado a mi oficina, existiendo miles de oficinas de abogados, era por algo y si Diosito se había empeñado en darme un papel en esta loca historia yo no podía menos que acatar esa orden del Jefazo.
En síntesis, yo, Claudia Tello, abogado chanta excarceladora, soberana de las mamertas (este es el apodo favorito que mi amigo Jairo utiliza para referirse a mi) y seca para meterse en problemas, nuevamente instalada en el epicentro del absurdo, realizando promesas nada jurídicas en nombre del amor por mandato divino, creo yo
2 Comments:
Que fuerte!
Pero bueno, los mejores profesionales más que ser buenos en el área que les corresponde, son multifacéticos, adaptando su enorme inteligencia emocional a todas las situaciones. Eso es lo que transforma la "pega" en una pasión...en la que te muevan los sentimientos más que el simple hecho de hacerlo bien...y como tú sabes de pasión, te deseo el mayor de los éxitos en esto!!!, que pena...yo lloro con todas estas cosas, me afectan ene...pero confío en ti y en tus capacidades, es una lata que todo esto esté sobre tus hombros, pero como bien dijiste, a veces Dios elige a los que saben que lo harán mejor, y de corazón.
Por lo que he leído, parece que eres una mujer muy sensible, lo cual en ocasiones puede ser un gran don, pero en otras un arma de doble filo… Tienes que utilizar esa sensibilidad para empalizar, pero a su vez debes mantener una cierta distancia para no involucrarte de manera excesiva en tus casos… No te puedes comprometer en algo que quizás no tenga solución, tanto por tu seguridad personal, como profesional, así como también por las expectativas que vas generando en tus clientes…Cuídate un poquito más y valórate como profesional… sin dudas que tienes pasta…
Saludos del Kiltro pasó y posteó…
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