Un buen día.

La Fefy, me dijo hoy, que yo era su mamá favorita, la más linda del mundo y lo más importante, la más JOVEN; Por su parte, Maxy me dio un beso apretado, me deseo un feliz día y me regaló su corazón.

Yo, en cambio, solo le dije a mi mamá, "Feliz día" y le entregué un regalito. Mi actitud, tan diferente a la de mis hijos conmigo, me ha hecho pensar ahora que ya estoy de vuelta en casa que fui tonta porque que nunca tengo el tiempo ni la oportunidad para decirle que la amo, que todo, absolutamente todo lo que soy y lo que tengo se lo debo a ella, que es la mejor madre y abuela del mundo, que adoro todos los cariños que me hace cuando voy a su casa, aunque le ponga un kilo de mantequilla al pan, que añoro estar enferma para que me cuide como ahora lo hace con mis hijos, que lo único que pido es que nos queden muchísimo años juntas porque no me imagino como sería seguir mi vida sin ella que ha sido la única persona que me ha apoyado en todos mis errores y en mis aciertos, que intentaré ser cada día mejor, y que el regalo más lindo que recibí, fue haber compartido un día domingo perfecto junto a mi mamá hermosa (que también es muuuuy jóven) y a mis dos hijos maravillosamente imperfectos.