Give me five.

Ejemplares limitados, somos sólo 5. Cecilia, la tediosamente bella; Verónica, la atractiva intelectual; Tamara la dulce niña mujer; Olga, la sabia y YO, la contestataria incomprendida. Todas de ojos rasgados, orgullosas, pertenecemos al Clan Tello, pese a las distancias. Mujeres fácilmente queribles y difícilmente olvidables por bien o por mal, rebeldes en su justa medida, ligadas por sangre a esos hombres que partieron, que nadie olvida y que permanecerán por mucho tiempo en el inconsciente colectivo de varios. En mi caso, algo fría, algo calculadora, algo inmoral, demasiado intensa, demasiado confiada, demasiado insegura. En el de ellas, enignáticas, atractivas y seductoras. Actuo, luego pienso y en ocasiones me arrepiento La permanente contradicción es parte de mi esencia Los dedos de mi mano sobran para enumerar a quienes he amado. El rápido olvido, mi mecanismo de autodefensa más preciado. La pasión, virtud que motiva todos los actos de mi existencia desde que despierto. Amante, amiga y defensor, incondicional. Difícil resulta a veces, expresar lo que realmente siento, demasiado difícil en algunas ocasiones. El sexo, es con amor, de otra forma no tendría sentido alguno.

Somos sólo 5, no hay más.