martes, febrero 19, 2008

Un príncipe AZUL?

Con el pechito lleno de alegría y recargada a mil, llegue desde Montevideo directo a mi oficina dispuesta a romperla durante febrero y convencida de que si no soy la mejor, al menos aspiro al puesto de la menos perna del sistema, conclusión a la que llegué después de mi visita a Santiago 1 en donde pululaban una serie de defensoras solteronas, con la mirada triste por el trabajo desgraciado que les ha tocado desempeñar en esta vida.
Contenta estaba yo, hasta que hablé con mi partner, que resignada me confesó que su soñado príncipe azul simplemente ya no había llegado y que del puñado de pasteles que la pretendían, se vería en la obligación de elegir al menos malo y más solvente porque el famoso tren estaba a punto de abandonarla y el conocido oficio de vestir santos no era precisamente su aspiración de vida.
Las conclusiones vertidas por mi amiga, me parecieron apresuradas por cuanto desde mi humilde punto de vista, nada justifica agarrar la primera weá que pase por el frente y como siempre he dicho, "DIGNA" hasta el final, porque el matrimonio es una empresa harto difícil, como para venir a complicarla aún más con un compromiso por obligación. El problema, creo, pasa por entender que el concepto del príncipe azul que tanto acariciamos, es una soberana estupidez porque si lo pensamos bien, imposible que un hombre azul sea bonito, por mucho que sea príncipe y al menos a mi, me resulta muy poco atractivo un hombre tan dependiente de un rey padre que evidentemente es el dueño de las lucas y por el cual pasaran casi todas nuestras desiciones; Lo anterior, sin contar con la reina madre que seguramente como lo conciente en todo, lo transformó en un mamón de primera categoría; Ahora bien, el tema de la movilización, también es un Item a considerar porque nada menos romántico que el olor a caca de caballo y el asunto del desempleo me choca demasiado, porque hasta la fecha, no conozco a ningún principe que trabaje. En fin, el estúpido razonamiento desarrollado en el párrafo anterior, no tiene más ambición que demostrar que el sueño del príncipe azul es una tontera mayúscula y que antes de pensar en el matricidio, habrá que pensarlo dos y hasta tres veces porque esa escena del matrimonio con la leyenda "The End", lejos de ser el final feliz, es más bien el comienzo de una historia bastante conflictiva que claramente no se condice con la fracesita "...Vivieron felices comiendo perdices...", y precisamente ese es el motivo por el cual no existe la segunda parte de la cenicienta o de la bella durmiente!!!!!!; Que gracia podría tener una historia llena de desaveniencias, de cabros chicos llorando y de cuentas por pagar??!!! La cosa es así, jamás existirá un príncipe que sea malo para el peo, que no erupte después de una cerveza, que tenga buen aliento mañanero, que sea desprendido con las lucas o uno que sea comprensivo y sensible; Despierten!!, el hombre maravilla, sencillamente, NO existe!. En conclusión, una mina pokelais como yo, sólo puede aspirar a un seudo " flayte-lais" que lejos de cualquier influencia de la realeza, tenga como único requisito no creerse jamás el cuento de ser el príncipe de mi vida.
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