martes, marzo 18, 2008

Y nuevamente cantó para mi

Con la nariz despellejada por efecto del sol nortino me fui a Mendoza pensando que sería la única pelotuda que cruzaría la cordillera para ver a Calamaro, pero me equivoqué porque fueron miles los chilenos pelotudos que al igual que yo, en un acto de fanatísmo total dejamos todos nuestros deberes de lado para disfrutar de la voz del SALMÓN, ese que elige la dirección contraria, el que frente a la corriente sublima la vida y la especie; Esa es la filosofía de Andrés Calamaro, elegir la dirección dificil, nadar contra la corriente y eso es justamente lo que adoro, nada más atractivo que un hombre rebelde y diferente. El recital estuvo bacán, canté hasta quedar medio afónica, salté como un canguro y me importó un loly recibir miles de patadas que me dejaron las piernas moradas.
De Mendoza, solo puedo decir "Más de lo mismo", o sea comer todo el día y comprar, comprar y comer; Ambas cosas sinceramente me chatearon por lo tanto quedé con cero ganas de volver pronto y mis próximos pasos serán: Dos semanas de trabajo full, luego un par de días en Montevideo para llegar directamente a un juicio oral latero y de ahí, mis bienvenidas vacaciones, al fin unos putos días de descanso para instalarme en una playa caribeña bien lejos de todo........................................................................quiero elegir del mapa un lugar sin nombre donde ir, será el lugar donde viva lo que quede por vivir, por eso de cada viaje me traigo el equipaje perdido, por eso es que he decidido nunca olvidar, nunca olvidar; No sé que quiero, pero sé lo que NO quiero, sé lo que no quiero, pero no lo puedo evitar, puedo seguir escapando y aún lo estoy pensando, lo estoy pensando, pero estoy cansada de pensar. (A. Calamaro)
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