Porque los derechos de los SIN DERECHOS son mi obsesión y lo que motiva a diario mi incomprendida labor.
domingo, julio 20, 2008
EL abogado del diablo
No lo había notado antes, pero desde que el colega Marín se fue precioso por la causa de “Los Cavieres”, todos los defensores privados, incluyéndome, adquirimos una enfermedad similar a la lepra que impide cualquier tipo de acercamiento a nuestras personas y que nos convierte en algo detestable y horripilante. Debo reconocer que lo mencionado, ha dejado mi ego por el piso, porque cuando yo creía que mi vida y mi trabajo eran sencillamente maravillosos, caigo en cuenta que a Jueces y Fiscales se les prohíbe hablar con esta sub raza de abogados a la que pertenezco y que lo único claro es que estamos a un paso de convertirnos en un peligro para la seguridad de la sociedad, una verdadera lacra.
Lo expuesto me ha hecho reflexionar sobre mi futuro y dentro del saco de tonteras que he pensado tengo varias alternativas, entre las cuales podría mencionar por ejemplo la posibilidad de trabajar sin pausa para juntar muchas lucas y virarme a un país lejano (pero cálido) para dedicarme a otras labores más loables como la venta de collares artesanales o la extracción de algún tipo de molusco; Otra alternativa nada de mala, sería publicar un aviso en el diario para tramitar divorcios, algo así como la “Divorcióloga Tello” y de esa forma limpiar mi nefasta imagen y exorcizar mi alma de los pecados defensorísticos que hasta la fecha vengo cometiendo. Ahora bien, la otra opción que me tinca harto es caer en los tentáculos del bisturí y realizarme una mega enchulada con el Doctor Brito, eliminando de raíz las arrugas que colapsan mi rostro, implantarme 500 cc de silicona en cada pechuga y practicarme una lipoescultura de cintura, piernas y guata, entre otros para convertirme en una mujer nueva y con un poco de suerte encontrar un anciano marido con muchas plata, que me crea una inútil rica y me herede su inmensa fortuna que me permitirá alejarme definitivamente del mundo de las leyes, que para estos días me ha puro perjudicado porque yo era una princesa a la que su mamá ni la cama la obligaba a hacer, que pintaba para buena persona y miren en lo que terminé convertida.
Lo extraño de todo esto es que cuando yo estudié derecho y decidí a muy temprana edad dedicarme en cuerpo y alma a defender a los chicos “B”, creía que todas aquellas personas imputadas de cometer algún tipo de delito tenían derecho a una defensa y a un justo y debido proceso, sin embargo la cosa no era así, aquí todos los imputados son culpables desde que los detienen y los muestran en la televisión. Los jueces ya tienen un pre juicio de lo ocurrido y como la opinión pública ya emitió su veredicto de culpabilidad, está clarito que no hay que perder el tiempo con litigios inútiles y como país avanzado y preocupado de respetar los derechos de cada ciudadano, habrá que construir una horca en la plaza de armas o bien una hoguera, invitando desde ya a los escenógrafos de las teleseries nocturnas del canal 7 para que realicen un buen trabajo que permita televisar cada ejecución y así lograr que vía licitación algún canal transmita en directo los pormenores de cada caso. Que chori!!
Así el panorama y teniendo presente que “defender”, me convierte en una chica muy mala, casi delincuente y que en consecuencia debo ser marginada de inmediato de la sociedad, me he preguntado de que mierda sirvieron tantos años de estudios, tantas noches sin dormir, tantas solemnes cabronas, tantos fines de semana encerrada en mi casa mientras mi pololo me cagaba con medio Chile??.......todo mal, muy mal, porque en honor a la verdad debo sentirme total y absolutamente avergonzada de mi título y cual Señor de la Querencia auto latigarme por pecadora.
Lo divertido de esto es que no sé en que parte de mi historia me amaldité tanto, he pensado y pensado y quizás la culpa de todo esto la tuvo mi abuela que siempre me sobreprotegió en demasía, mi madre que inocentemente me obligó a estudiar esta carrera indecente, desconociendo el monstruo que crearía, el colegio de triunfadores en que terminé mi enseñanza media como consecuencia de todas las expulsiones que fui objeto, el hecho de haber estudiado en una Universidad privada por mis lamentables 640 puntos en la P.A.A, mis amigos marihuaneros o bien la falla venía de fábrica y aunque se hubiesen agotado todos los esfuerzos para hacer de mi una mujer íntegra, de igual forma habría terminado en el mismo lugar, un esperpento que conjuntamente con todos los defensores privados que inundan el ámbito judicial deben ser exiliados a la selva colombiana para facilitar un secuestro por parte de las Farc para toda la vida y sin posibilidad de rescate.
Así no más es la cosa, bien tarde vine a cachar que el chupa cabra era un puñado de virtudes en comparación con el gremio que integro y por lo mismo alabado sea el señor que nos ha dado la posibilidad a través de la experiencia del Sr. Marín de darnos cuenta que nunca es tarde para enmendar el camino y que si logramos arrepentirnos de corazón y procedemos a golpear nuestro pecho todos los días que nos resten en esta vida, (por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa!!!), quizás , solo quizás lograremos el perdón del todo poderoso, que para estos días nos tiene condicionales y con pase directo al mismísmo infierno. Amén
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