lunes, julio 21, 2008

Mi principito.

El viernes, cuando una cabrita chica estilo pokemona, se me acercó mientras me bajaba del auto para preguntarme: ¿Tía, cuando llega el Maxy de la casa de su papá???, reconozco que me puse como un orangután y le contesté que no tenía ni la menor idea y que para su conocimento mi nombre era Cla-u-di-a, no "Tía".
Mi reacción fue totalmente comprensible porque de puro imaginar que algún día mi niño hermoso caerá en las garras de una pérfida, me da una rabia tan grande que me paso inventando puras chivas para protegerlo de cualquier tipo de contacto con estas niñitas agrandadas que andan puro buscando a mi pollo para pololiarselo y en este sentido les adelanto que la cosa no les va a salir nada de fácil porque estas tontonas no cachan que uno se maneja en el tema y que por lo mismo estoy en conocimiento de todas y cada una de las estretegias que se les ocurra utilizar.
En esta campaña, "Evitémosle problemas al Maxy", gracias a Dios, no estoy sola, mi madre y la Fefy son mis principales socias y nuestra alianza, estoy segura dará buenos frutos y lograremos erradicar de raíz a cualquiera de esas pelusonas que pretendan entrar en la vida de mi inocente hijo cuyas principales preocupaciones por el momento son el colegio, sus amigos, el play station, el wii y el regetton, entre otros.
El problema de todo esto, definitvamente no soy yo, el problema es que las niñitas estan muy alzadas y en esto no exagero, miren a la famosa Natty y a sus sucesoras que aparecen día a día en la web como si fuera una gracia andar filmándose mientras practican sexo oral. Sin ir más lejos y claramente guardando las proporciones, hace un tiempo atrás, una niñita bien alejadita de la mano de Dios insistía en visitar mi casa y en un momento de descuido, mi mamá la pilló besuqueando al Maxy debajo de la cama, situación que claramente quedó solo en eso, porque en un dos por tres fue invitada gentilmente a hacer abandono del lugar, con tarjeta roja y recomendación de no volver nunca más; Eso, en unos pocos años más, se puede traducir en niñitas pervetidoras de mi hijo o niñitas buscando quedar embarazadas y no exagero.
La Fefy, también aporta con lo suyo y a pesar de que ella es muy amiga de las vecinitas, cuando alguna insiste en preguntar por su hermano, automáticamente le cae pésimo y termina diciéndole que mejor se vaya para su casa.
En mi caso, cuando la profesora le comunicó a mi mamá que su nieto era el galán del curso, me cargó el comentario y decidí que la experiencia vivida de algo me tenía que servir porque después de todo el Maxy es mi príncipe y claramente no permitiré que cualquiera pelafustana lo haga sufrir, lo manduquee o lo maltrate y de acuerdo a ello hice tres cosas horribles, lo reconozco: 1. Espié su msn ( en realidad, estaba abierto); 2. Espié su Facebook (también estaba abierto) y, 3. Interrogué a sus amigos, mientras estaba de vacaciones en la casa de su papá y gracias a todas estas justificadas medidas extremas pude enterarme que la Pokemona que lo vino a buscar figura en el computador de la casa de fondo de pantalla, que es mayor que mi niño y que lo anda mosqueando hace ratito, también supe que hay una compañera de curso que le habla a cada rato por el chat y que el único amor verdadero de mi hijo es la Universidad de Chile y la raqueta de tenis y gracias a Dios ninguna de las dos puede embarazarse, ni dominarlo.
Aunque nadie me crea, hoy entiendo un poco a las suegras que tuve y que en su gran mayoría debo confesar, no me querían mucho; Recién cacho que la Eliana me tenía mala porque yo era una pendeja dominante, probablemente la Ximena no me quería porque su hijo dejó de obedecerle por mi culpa, la Patty me detestaba porque de alguna forma le robé a su niño y pasaba más tiempo en mi casa que en la suya, me parece que la Carmen es la única que me ha querido desde que me conoció y Gladys que fue la última, creo que finalmente terminó por aceptarme a pesar de todo.
No quisiera terminar este post sin decir que a pesar del duro panorama que se viene, confío en la experiencia adquirida en mis 28 años (bueno, son un poquito más, pero importa?) y que a pesar de mi intención de bloquear cualquier intento deshonesto por robarme a mi hijo, entiendo que algún día muy lejano (eso espero), llegará una mujer buena que conquiste su hermoso y maravilloso corazón, del cual me siento inmensamente orgullosa.
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