Y bueno, finalmente los pasajes son para Cancún y aunque ya he visitado ese lugar en otras oportunidades, nunca es malo un poquito de sol, por lo que esta defensora de los chicos malos, se encuentra plenamente satisfecha y feliz con la elección de la Cotita, que fue la que finalmente decidió el destino.
A lo anterior se suma la happycidad que experimenté hoy por cuanto los exámenes que debí realizarme para que el doc me opere salieron bien y aunque la orden médica solo indicaban unos 4, en un acto de prevención frenético marque más de 15 procedimientos que si bien nunca supe para que eran, salieron ok. Así las cosas, no tengo infección urinaria, no tengo anemia, coagulo en el tiempo normal, no tengo Sida ni Hepatitis, no tengo cáncer de ovarios, no tengo colesterol, mis eritrocitos y todos los "itos" están al día, no tengo resistencia a los antibióticos y un sin número de otras cosas que salieron dentro de los rangos normales lo que probablemente quiere decir que estoy sana y que la ingesta diaria de vitaminas que me automedico, me ha hecho fantástico.
Mi finde estuvo bueno y tranquilo. El viernes invité a la Susana a una reunión de amigos de mi adolescencia y la verdad de las cosas siempre es grato compartir con quienes viví tantísimos momentos lindos, aunque en un minuto me puse un poco nerviosita porque de pronto comenzaron a contar un montón de historias cuya protagonista era yo y en su gran mayoría ni me acordaba de ellas; La guinda de la torta la puso José que contó que el último recuerdo que tenía de mi persona, era en la terraza que daba a la calle Bellavista en la casa de Nicolás. En esa oportunidad, él figuraba con un consolador de goma, que al parecer era de la mamá del dueño de casa, imitando una masturbación a plena luz del día y de la nada aparece la Tello, es decir yo, con un cuchillo cocinero gritando y procediendo a cortar el miembro plástico frente a un número considerable de transeúntes que frente a mi sanguinario acto exclamaron un único sonido: Uhhhhhh!!!!!.
Después de tan pintoresco y fino relato me dio un poquito de vergüenza (sentí ese típico calorcillo que pone los cachetes colorados) y me anduve sintiendo medio mal porque la Susana me miró con cara de “Cáchate a esta otra” y yo intentaba desesperadamente bajar el perfil de la historia que por cierto y con toda razón, había desaparecido de mi disco duro. Ahora bien, fuera de eso, lo demás fue ultra entrete y los recuerdos de esa época loquilla tuvieron un efecto positivo en mi.
Así las cosas, la vida de soltera me ha reportado bastante tiempo para pensar, la tranquilidad que necesitaba y aunque estoy en paz y totalmente sola, los últimos días me lo he pasado cantando porque alguien, no recuerdo quien, me dijo que una buena dosis de canciones por la mañana te asegura un día feliz y como yo creo en todo lo que me dicen, no me cansaré de realizar todos los esfuerzos posibles para alegrar estos tristes y fríos días de invierno que lo único que logran es ulcerar mi ahora débil corazón.