viernes, junio 22, 2012

Confio en ti





Repitió una y mil veces el poema.
Yo pensé que era uno más de los tantos que lleva memorizando desde que entró al colegio.
Y volvía a repetir mientras almorzaba o cuando se duchaba: "No recuerdo ni su nombre, más moriré llamándola María, no por simple capricho de poeta....".
Sobre el escenario, abrió los fuegos.
Yo, nerviosa.
Dijo: "No recuerdo ni su nombre, más moriré llamándola María, no por simple capricho de poeta......"
Y caminó con tranquilidad, como si fuese su historia, y necesitase contarle al mundo lo que sentía; Las manos en los bolsillos, luego los gestos, la emoción, la pausa en el momento necesario, su aspecto de niño desgarbado, enamorado de María, su figura hipnotizaba.
Mi pecho y mi garganta apretada.
Recordé a mi niño de pelo largo visado corriendo por la plaza de Pocuro con una energía inagotable, esos besos pegajosos con los que me esperaba todos los días al llegar a mi casa, su manía por dormir siempre disfrazado y jugar con mi oreja para quedarse dormido; Recordé que hace poco me parecía un niño y sin embargo hoy veía a un joven intenso en su discurso, como si quisiera decirme:….No te preocupes tanto de mis notas, tranquila no te voy a fallar jamás.
Entre el pisco sour y el cordero magallánico pensé que tenía un hijo maravilloso y que hay momentos en la vida que no se recuperan jamás, por eso un poco avergonzada de mi papel de madre exigente y reprendedora le dije que estaba orgullosa, que confiaba en sus capacidades y que lo amaba hasta el sol y la luna por el sólo hecho de existir. Él sonrió, me miró con sus ojos hechizadores y siguió comiendo, sin embargo en el auto y sentado a mi lado me dijo:“Gracias mamá, me haces sentir bien, prometo estar siempre contigo, trabajar mucho y mantenerte cuando seas viejita para que no hagas nada".
Más tarde, antes de dormir sentí que paso la vida reprochándolo y que pese a sus últimos esfuerzos por ser mucho mejor, no le doy tregua. Hoy me convencí del todo de que en realidad me importan muy poco sus promedios, menos aún lo que la gente diga, lo que realmente me interesa es tenerlo siempre porque definitivamente sus brazos son mi mejor refugio y mi mayor alegría.
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