Abogado chanta excarceladora y vetada, a veces, lo hace bien

Hay días en la vida increíblemente hermosos, y definitivamente hoy es uno de ellos. Aún me cuesta creer que Juan se encuentre en libertad y en su casa. Cuando la audiencia concluyó, solo atiné a huir lo mas rápido que pude para evitar que la emoción me traicionara, pero de nada valió mi intento porque debió salir por la puerta que da a la calle y me encontré de frente con la escena que prefería no ver....... El encuentro fue bellísimo, no existe ninguna palabra que pueda explicar ni transmitir lo hermoso que resultó verlos abrazándose con el alma. Sinceramente, me sentí por algunos segundos demasiado orgullosa de mi misma, de mis convicciones, de mis ideales y de la felicidad que nuestra lucha causó. Sé que es muy difícil entender que alguien pueda sentirse bien por "excarcelar" a un traficante, pero aunque suene estúpido, mi defendido nunca fue un narco y si hay una cargo que realizar en su contra, habría que formalizarlo por TONTO ÚTIL y hasta donde yo sé, eso no se encuentra penalizado. Mi alegría se encuentra en la fase mas alta desde la mañana y prometo que nunca "Los Rodriguez" tocaron, ni sonaron mejor que hoy en mi auto de vuelta a Santiago. Reconozco que las lagrimitas que corrieron fueron de pura felicidad y la sensación de llanto-alegría fue tan intensamente deliciosa que me resulta dificil imaginar algo que se le compare, a excepción de unos chocolatines franceses..........., SE ACABO ALCATRAZ!!!!!!!. Se acabó la puta pieza de 2x2, se acabó la falta de alimentos, de ventilación, de privacidad, se acabó la falta de reconocimiento de derechos mínimos, fin a las 22 horas de encierro, fin a las camaras y a las grabaciones ocultas, se terminó la prohibición mantener fotos de los seres amados cerca y la conformidad de observar las imágenes por intermedio de un vidrio, se terminó la imposibilidad de tocar a los que adoras: FIN A LA TORTURA!!!. Por la tarde, de vuelta a mi oficina, abrí mi MSN y recibí un cargamento de agradecimientos de la Pao que estallaba de felicidad porque cuando fueron a buscar al Palalo al colegio, el encuentro fue maravilloso y desde ahí padre e hijo permanecen pegados igual que lapitas; Yo, en realidad le dije que no debía agradecerme nada porque finalmente ella me había pagado (y bien), y yo solo había hecho mi trabajo, no había gracia en eso. Ella, sin embargo insistió y yo quedá feliz, casi convenciéndome de que a veces,............... solamente a veces, no lo hago tan mal como abogado chanta excarceladora.