Verduga de mi propio hijo

Se me partió el corazón en miles de pedacitos cuando mi pobre principito estalló en llanto al ver que su pelito lindo no existía más. Prometo que nunca me imaginé el shock que un corte de pelo podría causarle y ahora que lo pienso bien, era obvio que después de casi ocho años con el pelo largo su reacción fuese un ataque de lágrimas de tres horas que sólo pudo ser contenido por mi mamá que deseperada por la escena, también se puso a llorar . Después de todo este drama vino la segunda parte...osea "culpa" por no anticipar lo que pasó y "pena" porque mi niño ahora se ve mas grande y no podré jugar con su pelito cuando regaloneamos. pucha que soy bruta!!!!., yo lo hice porque varios tontones le habían dicho mujercita y como una forma de protegerlo opté por lo mas fácil y en realidad me equivoqué porque el problema ya estaba resuelto, él mismo se encargaba de aforrarle un combo al primer idiota que se le ocurriese hueviarlo. No puedo decir que esto no lo sabía porque recibí al menos 7 comunicaciones de la Inspectora citándome por los incidentes de violencia generados por mi pupilo y debí calcular que si desde octubre en adelante no recibí mensaje alguno era porque ya nadie lo molestaba, en fin, ya está hecho y mi baby rompe en llanto cada vez que ve sus fotos del verano o cuando mueve su cabezita y no siente el peso de su pelo. Me gritó que aunque lo castigara lloraría igual y cuando se me ocurrió decirle que todos los niños tenían el pelo así, me respondió que él no era igual a los otros. Soy una descriteriada. Hoy, mi casa volvió a la normalidad y casi había olvidado los gritos, los encargos de la nana y todos los enormes detalles de una casa perfectamente organizada. ¡¡¡¡¡Kiero irme de vacaciones!!!!!, mi problema es la incertidumbre por la operación de Sandra que es mi super asistente, mano derecha e izquierda a la vez, la única capaz de atender a todo el mundo bien y de suplantarme aunque sea en forma telefónica para resolver los incendios que puedan ocurrir durante mi ausencia. Todo depende de esa operación y quizá mi única salida es adelantarlas y volver en diez días, tiempo suficiente para volver despejada y comenzar mi año con power; He pensado y pensado si realmente la terapia de pareja puede ayudarnos en algo y de verdad siempre llego a la conclusión de que ambos utilizamos a la psicóloga como un árbitro que después de escucharnos pacientemente decide quién tiene la razón. Tengo la convicción de que la solución a nuestros problemas se encuentra en nosostros mismos y en nuestra capacidad de ceder y perdonar. Lo mejor sería tomarnos las vacaciones para solucionar nuestra diferencias, reencontrarnos y de paso evitarnos un gasto innecesario desde mi punto de vista.... el tema es complejo, pero está en mí resolver gran parte de mis insignificantes problemas, sólo necesito un empujoncito y voluntad. PD: En vísperas de ser feliz como una lombriz. |
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