viernes, septiembre 15, 2006

Triste el mundo, Fallaci a muerto.

"Confío en que seas un hombre como siempre lo he soñado, dulce con los débiles, feroz con los prepotentes, generoso con quien te quiere, despiadado con quien te manda" (Oriana Fallaci).
A través del libro “Un Hombre” conocí a Fallaci, una controvertida escritora y periodista italiana acusada de ofender la religión islámica, provocadora, irreverente y simplemente brillante.
Alekos Panagoulis fue un lider de la resistencia griega, condenado y torturado cruelmente en una prisión aberrante cuyo régimen carcelario solo es comparable con el infierno. Al recobrar su libertad es entrevistado por Fallaci con quien inicia un amor tan intenso como tormentoso que finaliza dramáticamente con el asesinato de este hombre que luchó por sus ideales y la libertad.
Al referirse a la muerte, Fallaci dice: "La idea de morir no me da miedo. En serio. No digo mentiras. Soy demasiado orgullosa para decir mentiras.
En lugar de miedo, yo siento una especie de melancolía, una especie de lástima que hasta ofusca mi sentido del humor. Si, me da lástima morir. Y jamás me olvido lo que Anna Magnani me dijo hace muchos años: ¡Oriana mía! No es justo morir, dado que hemos nacido. No me olvido tampoco de que esa injusticia les toca a miles de millones de seres humanos antes que a mí­. Pero igual me da lástima. Amo demasiado la vida. Estoy demasiado convencida de que la vida es linda también cuando es fea, que nacer es el milagro de los milagros; vivir, el mejor de los regalos. Aunque se trata de un regalo difícil, a veces doloroso. Y con la misma pasión odio la muerte. La odio más que a una persona para odiar, y siento un profundo desprecio por quien tiene el culto de ella. También por esto es que no me van nuestros enemigos, los cortadores de cabezas, los kamikazes, sus seguidores y sus parientes. El hecho es que, si bien conozco muy bien la muerte, yo no la entiendo. Entiendo solamente que forma parte de la vida y que sin el derroche que llamo muerte no habría vida".
Gran pérdida, Oriana ha muerto hoy..

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Los libros siempre están abiertos.-

Porque pensaba en ti
cuando comencé a escribirlos,
pero al final
son universales:
todo puede ser el poema
el de tu hijo contigo
o el de mi madre y de mí

Los libros de poemas
vuelan en el aire
y uno sólo los recoge

Es raro el espectro raro
de la luna poesía:
lo que uno quiere retener
para sí en la idea original,
se extravía y el poema
siempre termina siendo
un triunfo del espíritu
que no nos pertenece.

Como los hijos.
Como las flechas.

Uno solo las impulsa
pero el viento y el aire,
el roce y el mundo
se apodera de ellos
como la selva se apodera
de las pirámides abandonadas
o el musgo cubre
los galeones hundidos.

2:51 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Soy un bruto analfabestia... a esta mina la conoci el domingo en el mercurio... ni idea que existia

10:45 p. m.  

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