lunes, febrero 19, 2007

Bendita Libertad

El viernes liberé a un hombre inocente.
En realidad, no hice mucho............su sincera declaración fue la gran responsable de todo.
Contenta, señor, contenta

martes, febrero 13, 2007

Que importa

Hace dos días atrás terminé de leer “El inocente” de John Grisham. No había terminado de digerir esta brutal historia real de un hombre condenado a muerte injustamente, cuando me topo con un artículo del diario “El Mercurio” que informaba que después de 22 años, un examen de ADN determinó que Willie O. "Pete" William, no era responsable de los delitos que se le imputaron y por los cuales recibió una pena de 45 años de prisión. Afortunadamente para él, obtuvo la ayuda del Proyecto Inocencia que hasta julio del año pasado liberó a más de 180 presos en U.S.A gracias a las pruebas de A.D.N. y a profesionales comprometidos con esta causa.
El artículo que hago alusión informó que, el juez Tom Campbell elogió al Proyecto Inocencia y seguidamente se dirigió al pobre hombre diciéndole: "Quiero desear al señor Williams lo mejor para el resto de su vida"; Luego de leer estas nobles palabras, simplemente me he preguntado si realmente existe alguna mísera posibilidad de tener una buena vida después de este infierno ?.
El domingo, al terminar de leer la última página del libro, volví rápidamente a la primera hoja y lo recorrí nuevamente para entender algunos cosas que no me cabían en la cabeza y convencerme de que nuestro sistema es demasiado ratón en comparación al norteamericano que admitiendo tácitamente que errar es humano y que nadie tiene la verdad absoluta, permite varios recursos para revertir una sentencia firme y ejecutoriada. Ronald Williamson, fue condenado a muerte y pasó 12 años encerrado en el corredor de la muerte a la espera de su ejecución, soportando el encierro y la vida más miserable que un ser humano puede tener. Perdió sus dientes, no tuvo la posibilidad de formar una familia, le causó un inmenso dolor a su madre y a sus hermanas, conoció el hambre, se volvió loco y pese a su liberación a los 45 años, jamás fue feliz; Casi al morir, fue retratado por una conocida fotógrafa a quien pidió acompañaran las siguientes palabras a su imagen: “Espero no ir al cielo ni al infierno. Espero que al morir me quede dormido y no vuelva a despertar jamás y nunca sufra una pesadilla. El eterno descanso, eso que se ve en algunas lápidas del cementerio, es lo que quiero. No me interesa afrontar el juicio final. No quiero que nadie vuelva a juzgarme. En el corredor de la muerte me preguntaba porqué había nacido si tenía que pasar por todo esto ¿Cuál era, en realidad, la razón de mi nacimiento?. Casi maldecía a mis padres-que malo era eso-por haberme traído a este mundo. Si todo se pudiera repetir, preferiría no haber nacido”. No son palabras para el bronce, pero reflejan un dolor inmenso, imposible de comprender para quienes no hemos vivido una situación semejante. Tan solo me pregunto cuantas personas se encuentran en esta situación y me aterra ser cómplice de esto.

jueves, febrero 08, 2007

Volví RE-cargada.

Últimamente, todo me había salido como el loly. Lo que escribía se me borraba, lo que planeaba me fallaba, lo que compraba lo dejaba olvidado en alguna tienda que por supuesto nunca me devolvió nada, se me perdió mi propio auto en el estacionamiento del mall, me llegaron muchos clientes pero no los pude atender completamente por la suspensión que la jueza coraje me impuso, engordé tres kilos y estoy en vías de convertirme en una morsa, el avión en que viajé casi se cayó y llegué con ataque de nervios a Santiago, perdí plata, poca, pero buena, peleé con mi mejor amigo, me salió una espinilla en el centro de la frente que me asemejaba a un unicornio, mi procuradora renunció para estudiar el grado, la fefy me dijo enojada que se iba a buscar otra mamá y descubrí que mi perrita lulú es más falsificada que las carteras Luis Vuitton que me regalan mis clientes. Mi mala suerte evidente me llevó a dejar de escribir por un tiempo y decidida a olvidar la mala racha que me perseguía agarré mi maletita con dos pilchitas y partí con mi nubecita gris arriba que solo hacía llover para mi a Montevideo para desintoxicarme un poco de todo y volver renovada y recargada, algo así como: CLAUDIA 2.0, aquí te las traigo Peter, no se me metan conmigo, soy grossa. Como siempre, nada más pisar tierras charruas el alma me volvió al cuerpo y aproveché la instancia para festejar la data de Imanya que en Montevideo es una celebración multitudinaria y preciosa que me trajo de vuelta tranquilita, bien operadita de los nervios y dispuesta a mandar a la cresta al primero que se pusiera en mi camino porque me chatié de agachar la cabeza siempre para no hacer atado y de aguantar pelotudeces. En esa política estaba yo, cuando aburrida de mandar a las audiencias al abogado pobre (También llamado "sonrisa de hombre"), cara de palo le dije a la Juez que yo estaba suspendida y que viera como lo hacía porque sólo había concurrido para que no me aplicara una nueva medida disciplinaria. Ella muy amable, no tuvo inconvenientes y le pidió al defensor público que me remplazara cuando correspondiera mi turno lo que evidentemente le pareció muy pésimo y con tono sarcástico me dijo: Y Tú, no tienes a nadie que te reemplace??, Te sale muy caro y no tenis plata, cierto??........Ahí como dicen mis clientes chorizos: Lo miré serenamente y el loco se “coció” conmigo. Tiernamente, le expliqué que la pega se la había encomendado la Juez y que desgraciadamente para él, tenía que hacerla igual. Me respondió que muy, pero muy por favor cuando se terminara mi castigo le hiciera presente al tribunal que yo continuaba con la defensa porque de lo contrario un montón de weas que ni escuché, pero que en definitiva me llevaron a activar a esta nueva y renovada Claudia que despacito, para que nadie escuchara dijo: "No tengo idea que puto problema tienes conmigo; En la audiencia que tuvimos juntos hace un mes, por haberle aceptado un plazo al fiscal, me dijiste que me estaban metiendo el pico en el ojo y no te dije nada para no hacer problema, pero si vuelvo a escuchar una picantería de tu parte no voy a reaccionar de la misma forma, te lo advierto". El muy tártaro, que es un defensor de la zona oriente, negó todo, recalcó que jamás me había dicho eso y finalizó argumentado que mis quejas no venían al caso porque estábamos en una situación diferente en la que él me tenía que hacer la pega que me correspondía a mi y por la cual me estaban pagando. Yo, lo miré con mis ojos dulces y amistosos y aprovechando que se estaba desarrollando otra audiencia y que la atención no estaba centrada en nosotros, le dije muy cerca de su oreja peluda que tenía toditita la razón, pero que en todo caso, prefería mil veces que el fiscal me metiera el pico en el ojo a que me lo mandaran a guardar todos los meses con la cagada de sueldo que le pagaban a él a estas alturas de la vida en la que ya bordeaba los 50 años y se aproximaba a la jubilación.
Todavía, no me explico porqué cresta se enojó tanto conmigo y se fue sin despedirse. El muy maleducado no aceptó mis agradecimientos por su breve gestión en una audiencia de cierre de investigación, no entiendo porqué tanta mala onda si siempre me dirigí a él con un tono amable y sutil y definitivamente me sorprende que se haya emputecido tanto si le contesté en los mismos términos que él utilizó conmigo. La dura, le doy vueltas al asunto y sigo sin comprender que fue lo que le pareció mal ……........en fin, salió delicado el hombre.
adopt your own virtual pet!
ecoestadistica.com