Bienvenida realidad.

El viernes no pude esquivar los requerimientos laborales y medio obligada trabajé todo el día lo que me hizo aterrizar de un golpe en mi realidad y me recordó que sea como sea debo laborar para sobrevivir igual que cualquier mortal y me parece que por desgracia así voy a tener que continuar porque como vamos, no veo posibilidad alguna de que me llegue una gran herencia que me exima de tal suplicio. Para favorecer con el resumen y no latear con historias fomes, debo concluir que lo pasé demasiado bien aún cuando el paso por Panamá estuvo demasiado short, pero no puedo quejarme, no soy la Paris Hilton y mi presupuesto no daba para excesos.
Acá al parecer todo estuvo bien, salvo mi pobre nanita que quedó con stress post traumático después de pasar dos semanas con mi madre de dueña de casa y la pobre Sandrita que convertida en mi clon nada más verme me pasó mi celular advirtiéndome de que debería costearle el psiquiatra porque entre los clientes, el correo electrónico y la gritos de Gabriel se encontraba al borde de un ataque de nervios, comentario que por cierto me causó gracia y provocó en mí una especie de risita precedida de un: “Bueno, para que veas que por algo soy tan gritona, histérica y malas pulgas, viste que todo tiene una explicación lógica”.
Ayer, condenaron a los “Cara de pelota” por varios delitos, incluso por tráfico de drogas a pesar de que la pureza de la droga solo alcanzaba un 1%. No no logro entender el razonamiento utilizado porque claramente se trata de un delito imposible, resulta irrisorio pensar que el polvo incautado lesione la salud pública, si las cosas estan así es para pensar dos veces en comprar harina o polvos royal. No digo que los hombres no hayan traficado, lo que en realidad digo es que lo que les encontraron en esa oportunidad nunca fue droga y si no lo era como mierda va a existir tráfico, pero desgraciadamente para esos pobres infelices yo no soy juez y seguro que todos quedan condenados a penas elefantísticas porque estoy segura de que existe un concepto común entre el Ministerio público y el poder judicial de que los imputados tienen algún grado de parentesco con los elefantes y que como viviran miles y miles de años para que les van a imponer penas razonables, total nuestras cárceles son tan formativas y resocializadoras que hay que aprovechar la oportunidad de convertir al infractor en mejor persona, esa es la fórmula; Ingenuamente creí que iban a tener el coraje de fallar de acuerdo a derecho, que se atreverían a decir que lo incautado no era droga, pero no, una vez más fallé y eso es cada vez más frecuente, también pensé que la Juez Caro era una mujer justa, que mi amigo Rodrigo dejaría de ser un orgulloso, que Gonzalo y la Sarita Vásquez se habían casado para todo la vida y que la Marlen Olivari de veritas estaba enamorada de su peluche.
En fin, me siento como en esos latosos domingos de cuando era chica en los que tipo 7 de la tarde comenzaba a deprimirme por mi obligaciónes escolares del día siguiente; Pienso en que se viene una semana fuerte, que debo alegar, atender clientes, ir a audiencias, visitar la cárcel, ir al Supermercado y de solo imaginarme tanta complicación me dan ganas de salir corriendo al aeropuerto y pese a todas mis fobias tomar un avioncito con destino al Caribe sin vuelta.
1 Comments:
te ves paliducha
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