Claro está que la primera comunión es un paso importante en la vida de un niño; Nosotros como padres que vivimos nuestra religión (en mi caso, más de una) de una forma muy light, muy a nuestra pinta, pusimos en manos de mi mamá la asistencia a las reuniones de catequesis pensando en primer lugar que por sus obligaciones Eduardo no podía viajar para esos efectos en forma frecuente y en segundo lugar que NI mi madre, NI mi ex marido confían mucho en mis planteamientos frente a temas conflictivos, pero que para los católicos no admiten discusión alguna. Así, con el fin de evitar inasistencias y que los padres de los compañeritos de mi hijo no pensaran que su progenitora es una loca de pensamientos inaceptables, la abuelita Loly se ha encargado de todo y como ya conmigo pasó por este mismo camino, se ha constituido en un pilar fundamental dada su calidad de fans, hincha, devota o como se quiera llamar de todos los santos existentes y por cierto de aquellos que seguramente existiran en un futuro; Si se pierde algo, ella le ofrece algo a San Antonio bendito, al Padre Pio lo tiene chato con tanta petición para que al Maxy le vaya bien en las pruebas, San Expedito bate records en cumplirle (es que se supone que es rápidito) y bueno así sucesivamente con sor Teresita de Los Andes, el Padre Hutado, San Jorge, la Virgen de los rayos, etc.
No obstante lo anterior, hay ciertas cosas indelegables y es por ello que transcribo acá una carta que debimos crear cuando el Maxy se confesó ya que siento que en algunos años más será muy lindo que mi pollito tenga la oportunidad de leerla nuevamente.
Torito lindo: (Eduardo)
Hace treinta años atrás me correspondió hacer la primera comunión en mi colegio, se llamaba Compañía de María; Al igual que tú no tenía muy claro lo que significaba, sólo sabía que con ello me acercaría a Dios y que desde ese momento podría comer tranquilamente las ostias que daba el curita en la misa y que trataría de portarme mejor y no hacer cosas malas. Recuerdo que el día de la ceremonia vestía con mi uniforme impecable, todo planchado y los zapatos muy lustrados. Mi madre se esforzaba para que no me despeinara, no me desabrochara el botón de la camisa y el nudo de la corbata. Fue una ceremonia muy linda, hasta hoy guardo parte de un cirio rojo que me regalaron y que estuvo prendido gran parte del evento. Sin embargo, hay algo más importante que ocurrió ese día y que nunca olvidé………..mi papá nunca llegó a la ceremonia.
Desde ese día esperé tu llegada y le prometí a Dios que si algún día llegabas, jamás te iba a dejar sólo en ningún momento de tu vida. Dios fue muy bueno conmigo y le estaré eternamente agradecido por haberte traído al mundo y tenerte a mi lado. Es él quien nos cuida y nos protege para que podamos estar siempre juntos, para que podamos vivir la linda vida que tenemos.
Desde hoy, hijo hermoso, te invito a vivir en la fe de Dios, porque sólo él puede hacerlo todo, darle trabajo y salud a tu papá y mamá, armonía y paz a tu familia, protección de las cosas malas y especialmente la capacidad de amar y ser amados.
Disfruta la llegada de este sacramento a tu vida, es la reafirmación de que Dios forma parte de nuestra vida y el compromiso de que viviremos como Jesús lo hizo, o al menos de que trataremos de actuar siempre bien, como él lo hizo.
Pollito hermoso: (Yo)
Te dije que te amo?????, bueno lo hago a diario, pero aunque a veces eso te aburra, te cuento que me gusta repetirlo una y otra vez para que nunca lo olvides y recuerdes que si trabajo casi todo el día y muchas veces te dedico poco tiempo igualmente estas en mi mente y en mi corazón las 24 horas del día.
Mis recuerdos de mi primera comunión son un poco difusos, recuerdo que tu abuelita me hizo unos rulos horribles (si vieras las fotos!), que para variar ella fue a todas y cada una de las reuniones de catequesis de los padres, que intercambié los santitos con casi todas mis compañeras del colegio “La Maisonnette” y que me fue muy pero muy difícil contarle mis pecados al padre Puelma.
Creo, que sin duda, lo mejor de todo fue sentir que desde ese minuto tenía una comunicación directa con Dios que me permitía pedirle y agradecerle por todo sin intermediarios, que yo era un miembro más de su iglesia y que además contaba con pasaporte para comulgar y participar de la misa como los grandes.
Es importante que entiendas que a tus cortos años, esta decisión de recibir a Dios en tu vida ha sido absolutamente tuya y que si has optado por este camino debes poner todo tu corazón para que esto resulte; Las relaciones son difíciles y créeme que cuando la vida se pone cuesta arriba muchas veces me pregunté donde estaba Dios que se había olvidado de mi. Con el tiempo comprendí que siempre está, que las pruebas que pone en nuestro camino son necesarias para crecer y que nunca, pero nunca deja de abrirnos las puertas para que seamos felices. En nuestro caso, debemos agradecerle muchísimas cosas, como por ejemplo la linda familia que tenemos y la posibilidad de permanecer juntos siempre, de que tu hermanita esté bien, de que tu abuelita nos apoye en todo, de que nada nos falte, de que todos estemos sanos y de amarnos hasta la luna y mucho más.
Confío en ti pollito hermoso, sé que sabrás recibir a Dios como se lo merece, que no le fallaras y que con su ayuda, te convertirás en un niño aún más maravilloso del que ya eres. Estaremos todos contigo ese día!!!!!!!!!!!!!!!!.
Te amamos con toda el alma…… infinitamente
Papá y Mamá.
PD: Creo, que he perdido por ahora la batalla de que algún día salga en una foto sin la polera de la "U"...