Se salvó el Pancho

La entrega del presente se produjo ayer en el estacionamiento del supermercado de Buin y casi me infarto con los desgarradores gritos del animal que presentía su fatal destino. Al llegar a la parcela, fue conducido a un árbol donde se le serviría su última cena antes del fusilamiento, pero como a nadie le falta Dios todos los asesinos de barracos estaban ocupados o curados y la matanza fue postergada para el día siguiente, lo que inevitablemente ayudó a estrechar lazos con el puerquito que fue bautizado como "El chancho Pancho". Mi Fefy no podía creer que justo enfrente de sus ojitos estuviese un animal tan raro, y yo, como que me sentí medio canibal y por un rato pensé: "Al Pancho no lo toca nadie", " Es bien bonito y se vería mejor paseando a su gusto por la parcela, después de todo cada uno elige que mascotas tener". Obviamente, nadie me pescó y los proyectos sobre la cocción del chancho fueron tema obligado todo el fin de semana porque el animal estaba muy flaquito y su muerte se postergó por una semana, tiempo suficiente para engordarlo y prepararlo psicológicamente para su dramático final.
Toda esta tragedia chanchística me ha tenido inquieta pensando en que la opción del vegetarianismo es una excelente alternativa porque como que me da pena comerme al animal después de haber compartido con él tan gratos momentos y lo mismo me pasa con las vacas, los corderos, los chivos y para que hablar del cuestionado pollo que por estos días es el principal causante de la temida gripe aviar. Yo, esta semana he decidido no comer carne y de paso acompañar en el dolor a mi amigo Lucho Madariaga que comienza su dieta del agua, la que en verdad es bastante simple porque el único alimento permitido es................, si!!!!!!, justamente agua. Y que no se diga que es una dieta restrictiva porque si se trata de agua se acepta su consumo en forma ilimitada. Así pierdo los kilos demás adquiridos durante mis vacaciones y de paso me PURIFICO.
Mi único problema con esta dieta es que de solo pensar en el hambre que voy a pasar, seguro que el fin de semana seré víctima de unas incontenibles ganas de comer costillar de cerdo y mi idea de convertirme en vegetariana y de hacer yoga se va al diablo./ FILO: Total, nunca he sido un ejemplo de consecuencia y todo el mundo conoce el enorme problema de bipolaridad que me afecta.
Y pensar que la desgarradora historia de este chanchito comenzó porque la vieja odiosa no le quiso servir una piscola a don José.
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