Te regalo una sonrisa

Hace tres semanas, un día jueves como hoy, corrí en estado de desesperación a la farmacia Cruz Verde (Lunes y jueves 20% de descuento!!) y le exigí a la señorita que me atiende siempre que me salvara de las arrugas que tengo en mi frente y alrededor de mis ojos. Como buena empleada del mes, Carolina me recomendó una crema con colágeno que hacía milagros y pensé que si esta tremenda modelo alemana sugería y recomendaba su uso, no había discusión y el producto debía ser comprado. Saqué mi pistola REDCOMPRA y me la llevé como el mas divino tesoro a mi casa. Resultado???/ Todo es una farsa, mi frente sigue igual y aunque confieso que incluso he llegado a pensar en hilos tensores, hilos rusos, refrescamiento, etc, despues de ver como quedó Marcela Vacareza me he resignado a una vejez mas que prematura, parezco una abuelita, me falta aprender a tejer y me convierto en LA NONA, me miro al espejo y mi vista se va inmediatamente a mis arrugas ojísticas que son impresentables. Me da rabia, quiero reclamarle a alguien porque no seré una joven quinceañera, pero a mi edad no se puede tener semejantes surcos. Y a quien le voy a reclamar? A Dios, por hacerme anciana anticipada, a mis padres?, imposible mi viejo está sentandito a la derecha de Dios padre todopoderoso y si le digo algo a mi mamá empieza el sermón de "Yo te dije!!!, cuanto te dije que te cuidaras tu cara, eso es el sol, el solarium, te acuerdas cuando te ibas de vacaciones y dejabas a propósito el protector en Santiago. Nunca me haces caso y esto es el resultado, una vez mas tengo razón". Así las cosas estoy condenada a ser una adulto mayor en forma adelantada y estoy en proceso de asimilación. En todo caso, es mi culpa y la explicación es la siguiente: He descubierto que coincidentemente desde que comencé a tener clientes y a ganar plata, la sonrisa DULCE-MANIPULADORA, que siempre me acompañó para todo, fue cambiada por una actitud seria y una odiosa manía que me lleva a arrugar mi frente y entonces la cara dulce, sólo quedó reservada como plan "B" para situaciones límites en las que los argumentos ya no sirven.
Desde niña mi sonrisa boba siempre me permitió obtener cuanto quise; El cariño incondicional de mis abuelos y tíos, todos los juguetes que me gustaban, dulces fiados en el kiosko, viajes de ida y vuelta gratis en la micro cuando iba al colegio, hospedaje y comida cuando en las vacaciones me quedaba pobre y no me atrevía a decirle a mi mamá que en un ataque de locura me había comprado cuanta huevá se me ocurrió; pase gratis en las discotheques de moda, el perdón de mis varios pololos cuando me pillaban en una mentirilla, el indulto en los extensos e irracionales castigos que me imponían ( Un mes sin salir!!, por ejemplo), mis buenas notas en la U a pesar de mis muchísimas inasistencias, aceptación en todos los trabajos que postulé, entrada a la cárcel absolutamente fuera de horario, permiso de los gendarmes para llevar en mi carterita un sandwich cuando algún cliente mal portado estaba castigado y aíslado en celda solitaria y en general todo lo que me propuse.
Vale la pena meditar y pensar en este cambio.........
Me queda claro que mi nueva actitud, es una consecuencia directa de mi soberbia y prepotencia, porque ahora que tengo casi todo lo que quiero, ya no necesito nada de nadie; Las cosas son a mi manera, de lo contrario simplemente no son, si quiero algo me lo compro, si ya no lo deseo, lo boto o lo regalo, si tengo ganas de viajar a china, simplemente voy, si necesito encerrarme por tres días en mi casa para dormir, tengo personas a las cuales puedo orientar y hacen mi trabajo. Esto es el resultado de tener el sartén por el mango y juro que no quiero ser mas una bestia consumiona insensible. Necesito volver el tiempo atrás, volver a mi punto cero, encontrar en algún maldito lugar de mi existencia, a esa pendex linda-fea, traviesa, corazón de algodón, manipuladora-sensible, divertida, celosa a mil, preocupada de detalles tontos y sin ni uno. Creo que todo este cuestionamiento comenzó cuando estaba de vacaciones y se me ocurrió tomar una micro para ir a otra ciudad. Una señora muy amable que iba sentadita, me dijo en portugués que ella podía llevar mi bolsito, yo le sonreí y le dije con mi rídiculo portuñol que no era necesario, que solita podía. La negrita le comentó a su acompañante que la "minina" (Que era yo!!) sonreía y era linda. Me sentí tan intensamente bien que se lo comenté a Rodrigo y me fuí el resto del camino feliz. No cuesta nada ser amable, que fácil es regalar buena onda y que estúpido es cambiar por creer que uno es autosuficiente. Desde hoy, prometo cambiar de actitud: Sonreiré cada vez que un cabro chico con los mocos colgando me quiera limpiar el parabrisas del auto, cuando una señora por décima vez me pregunte cuando creo yo que su hijo va a salir de la cárcel, cuando un fiscal petulante me trate mal, cuando un paco descriteriado me partée, cuando me pidan rebaja, cuando me sigan llegando interminables comunicaciones del colegio del maxy por sus peleas en el recreo, cuando mi mamá me diga "te lo dije", cuando mi abuelita me insista en que quiere que la visite mas seguido porque en cualquier minuto parte para el otro lado, cuando un pililo en la calle, me grite un piropo enrojecedor, cuando me nombren abogado de turno y deba contestar cien acusaciones por ni uno y cuando alguien no haga lo que yo Kiero. ¡¡Lo Juro!!!!.
Si hubiese pensado antes en esto, me hubiese ahorrado la carísima crema descontractarrugas y la Shiffer todavía me caería bien.
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