jueves, junio 14, 2007

Prisionera de un ritmo cruel

Estoy ESTRESADA, absolutamente chata de correr como enferma de un lugar a otro con el corazón a mil por la incertidumbre de no saber si al final del día podré llegar a todas las audiencias que tengo esparcidas por los diferentes Juzgados de Santiago lo que sin mentir me lleva a cometer 6 o 7 infracciones de tránsito muy graves dentro del día.
Creo, que todo este caos en mi horario me hace sentir algo extraña; Mi corazón se acelera en cualquier momento, me falta el aire, me canso y me duele la cabeza a morir . Anoche, estos síntomas volvieron a molestarme y aproximadamente a las 21:00 hrs, decidí llamar a la Unidad coronaria móvil para que me chequearan y calmaran mis ansiosos pensamientos negativos que me hacen pensar que en cualquier minuto paso a mejor vida.
La verdad ignoro que pasó, pero a pesar de mis llamados nadie llegó y caí rendida en los brazos de morfeo hasta que una voz masculina por el telefono exactamente a las 3:50 de la madrugada me comunicó que en la puerta de mi dulce hogar se encontraban los profesionales que calmarían mis dolencias, situación que me pareció realmente el colmo porque para ese entonces ya ni me acordaba de lo que me pasaba; Le dije que considerando que habían transcurrido más de 5 horas desde mi llamado a esas alturas yo ya estaba muerta, velada y enterrada asi es que mejor se fuera porque de lo contrario corría el serio riesgo de ser puteado en vivo y en directo.
En realidad, a veces soy medio exagerada, pero de verdad me siento como el loly y recuerdo que hace un par de años tuve síntomas muy parecidos que fueron calificados por mi neurólogo como "stress laboral", recetándome en aquella época un medicamento bien rico de nombre "Ravotril" que me dejaba suavecita en el día y dormilona en la noche; Hoy, me parece que probablemente el diagnóstico sea el mismo (ojalá) así es que tengo varios caminos:
1. Me interno en un clínica psiquiátrica: Me parece que es una opción desmedida, hay otros caminos, creo...
2. Ravotril: Rico!!, una pastillita y todo me parece chori. Y si me vuelvo dependiente?
3. Marihuana: También rico, pero peligroso, mejor no correr el riesgo.
4. Contrato otro abogado: Costoso y me da lata enseñar. Además, no me gusta compartir la plata que gano.
5. Me hago un moño con las audiencias y que todo me de lo mismo: Mala opción, me pueden suspender y me volvería pobre como una rata.
6. Me voy de viaje: No esta dentro de mis planes unas segundas vacaciones, pero.......Buzios esta a $280 dólares, la playa, el mar tibiecito, el sol; Me parece escuchar el llamado.
Estoy presa en un sistema colapsante!!!. Y se supone que justamente mi labor es liberar a los prisioneros.
Me voy o no?

2 Comments:

Blogger Fran said...

sistema de m....
y eso que tú llevas años en esto y pese a todo te ves como lechuga :).
Y yo, hace un mes, me fui derechito a la clínica santa maría por "STRESS LABORAL", se me durmió la mitad del cuerpo y obvio que el neurólogo me derivó a una resonancia de urgencia y me hizo una punción lumbar horrible, como esas anestesias para las que van a parir...y al final, estaba "solo" estresada y las ojeras, las tapo con coverup de Maybelline jaja.
Y espero durar años en esto, y no solo los 6 meses en que estoy en este jueguito de hacer todo bien, de trabajar hasta los domingos, de reuniones por mil todo el día y de llevar las riendas de mi vida hacia donde yo no quiero!!!
¿Existirán otras opciones? te juro que me voy a ir al sur a criar ganado y a cultivar la tierra...lo juro!

un besito y relaxxx jajaja, después de lo que me pasó, estoy aprendiendo con mis amigos hippies, Peace!.

12:51 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Tristes Pectáculo

Ya no tengo inspiración: no hay luces;
no tengo fuego ni camino en el umbral.
Soy el que brilla al caminar silente,
atrabiliario y pertinaz, rural.

Una dormida rubí de inseminada carencia
se ha adherido al habitáculo de mí
y me ha privado de esa válida ventura,
de mi tesón y me ha dejado aquí,
donde hay señores que perciben las cosas
sin esa ingenua posición que yo asumí,
y que obedecen a otro mudo nudo pulso,
hecho de látigo, manteca y café.

Y me parecen tan seguros de la próxima jugada,
rebosantes de genuina y fina fe,
que he terminado por guardar silencio,
y miro al alba y ya no sé qué hacer.

Yo abrí dichoso un día
una figura imposible,
hablé descalzo y liberé a la nuez:
fui travieso bandolero rubicundo,
pero se ha henchido en mí
su arete pálido azul
y con el sol dejé
de ser ameno colibrí
enamorado y furibundo ayer

6:38 p. m.  

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