Estrechez de corazón

Cuando estaba en la Universidad, lo único que anhelaba era ser abogado exitosa, ganar muchas lucas para vivir sola en un depto y tener un auto para no depender de nadie; Hoy, con mis treintitantos, quisiera retroceder al menos 14 años de mi vida, o bien quemar mi título de abogado chanta excarceladora y partir a un pueblucho de Brasil para disfrutar de una vida simple en la que mis responsabilidades sean escasas y mis hijos corran a poto pelado por la playa, olvidándome por completo de las audiencias, los clientes aproblemados y el pago de mis múltiples cuentas de todo lo que se me ha ocurrido consumir, como la buena compradora compulsiva que soy . Quizá lo que me ocurre, es que llevo una vida compleja y necesito con urgencia simplificar todo lo que me rodea porque estoy aburrida de ser una fome de mierda y porque extraño harto disfrutar de las cosas que cuando pendeja hacía como por ejemplo, organizar viajes, asados y cumpleaños con poca plata y muchas ganas. Con los años, lejos de existir una mejoría en mi persona, me he convertido en una mujer con la calculadora en la mano y absolutamente intolerante con todo; Me refiero a que todo me parece mal y que nunca tengo tiempo para hacer una pausa, levantar la cabeza, observar y reflexionar...............Sin ir más lejos, en la tarde cuando estaba en la cárcel de mujeres, se me acercó el defensor “farandulín”, que no sé si me cae como el loly porque es el abogado de la ridícula Luly o porque tiene un BMW del año. El tema puntual fue que tuvo la mala ocurrencia de consultarme si yo tenían algún inconveniente en tomar audiencias, pregunta que respondí sin pausa, aclarándole que si pretendía que yo por una miseria le tomara las suyas, estaba bien cagadito de la cabeza porque si él no estaba enterado, yo tenía hartos clientes y no necesitaba que nadie, menos él me diera trabajo, a lo que rápidamente me contestó que la pregunta me la hacía porque en el caso de que él no pudiese tomar alguna causa por incompatilidad necesitaba saber si podía contar conmigo, agregando que me lo proponía porque sabía que yo era “guena” y siempre y cuando Jairo y Gabriel no me lo prohibieran….......su último comentario, obviamente me cargó y con mis ojos destellando chispas, rayos, truenos y relámpagos, le enrostré en su carita Pokemona que ningún hombre me venía a prohibir nada y que me mandaba solita hace rato. Lo anterior, lo menciono porque de alguna forma esto ilustra que además de la tonicidad de mi piel, he perdido también la tolerancia y el humor. No es posible, enojarse con un pobre infeliz que sólo intenta entablar una conversación; Eso, claramente evidencia que insertados en una sociedad agresiva nos ocupamos únicamente de competir con el del lado para demostrar que somos más fuertes, y que en demasiadas ocasiones, como me pasa a mi, olvidamos que años atrás los sueños consistían únicamente en alcanzar una felicidad que para estos días, resulta cada día más difícil, porque la odiosa Claudia Tello, no pierde oportunidad alguna, de discutir hasta con su propia sombra y convencida de que el mundo gira a su alrededor, no logra percibir que es justamente ella, quien gira como weona tras un mundo saturado de frivolidades que a estas alturas, en nada le satisface.