El sábado fue el cumple de César y el domingo como consecuencia de ello, dormí hasta las 12:00, hora en la que cesó mi tranquilidad por culpa de la Lulú que me despertó con afectuosos lengüetazos en mi cara, no quedándome otra alternativa que vestirme y salir a comprar una rica lasaña que comí con la Fefy viendo tele.
Hoy, no tengo mucho trabajo y como hay un poquito más de tiempo de lo habitual, quiero hablar de la “Happycidad”, que es un estado de felicidad absoluto; Dicho término, lo aprendí de una chica santiaguina radicada en Argentina hace muchos años que bautizó de esta forma sus estados altos de ánimo y como a mí la palabrita me encantó, la hice mía y hoy está contemplada en mi diccionario personal y exclusivo.
Estoy clara que pura Happycidad no existe en mi vida, de hecho hoy estoy algo melancólica porque a pesar del sol, hace mucho frío y el gasero, me refiero al señor que reparte el gas (obvio), lleva como 3 horas de retraso y acá figuro en el palacio del hielo (mi oficina) en estado de cubo; Es una cosa extraña y creo que en otras oportunidades lo he dicho, pero el frío paraliza mi cuerpo y mis neuronas y definitivamente es como si no pudiera avanzar en nada, por otra parte, la lluvia me da pena y cuando nieva, colapso en tristeza, me enfermo y me quedo en la casa acostada con el pretexto de que estoy enferma de la primera cosa que se me viene a la mente.
De acuerdo a lo expuesto y a pesar de todo, me he propuesto mantener la Happycidad en mi vida de manera mucho más estable y como estoy en una etapa cambios, elaboré un plan que consiste en hacer lo que me gusta más seguido, priorizando de esta forma mi salud mental lo que a la larga se traduce en mejor calidad de vida, mejor calidad de horas trabajadas, más ingresos y menos problemas.
Así, y a modo de resumen, privilegiaré los almuerzos familiares y los asados, compartiré más happy hours con los amigos, especialmente con la Coty porque con una piña colada en la mano arreglamos el mundo, pelamos a los ex y a los actuales y elaboramos planes que según nosotras cambiaran el rumbo de nuestras vidas, sin desmerecer por cierto los almuerzos y los cafés con Rodrigo López que también son de mi total gusto, aunque engorde. Con respecto a mis hijos, la cosa está bien porque logro mantenerlos en casa al permitir el ingreso de todos sus amigos y aunque mi bolsillo se resienta con la compra obligada de bebidas, papas fritas y demáses, siento que por ahí va el secreto y entonces mantendré esta grata costumbre. También he decidido que con mi madre no pelearé más porque perdemos tiempo precioso en ello y las dos sufrimos como chinas, por lo tanto no hay utilidad en discusiones estúpidas; Materialmente, no tengo intereses específicos porque cuento con lo necesario y apostaré ser menos frontal y más diplomática para evitar enemigos.
En el plano turístico, después de la incursión de Jairo por el Norte, quiero ir a San Pedro de Atacama y en eso estoy, viendo fechas, cotizando hostales y buscando un partner para el viaje, esta mini aventura me tinca demasiado, amo el sol, amo el calor, amo los viajes.
Sentimentalmente no planeo absolutamente nada, porque siento que esto es lo único que no puedo manejar, las cosas deben fluir de manera natural por lo tanto soy una espectadora de lo que la vida me depara en este sentido, confiando en que como dice Calamaro, “Mi corazón es un músculo sano, pero necesita acción” y que Dioscito será lo suficientemente bueno conmigo para complacerme y traer a mi lado al hombre de mis sueños, aunque esto tome algún tiempo o quizá me equivoque y a lo mejor no habrá nadie y me quedaré sola.
En el plano laboral, intentaré pensar menos en el resto, quedarme callada cuando no le vea posibilidades de salida al cliente y cobrar más caro porque hasta ahora mi carácter me ha traído puras pérdidas con el cuentito de “me dio pena” o “ es que como NO va a salir, mejor no lo tomo”; Tengo que aprender mucho de mis amigos en este aspecto y como diría uno de mis clientes “Dura y mala” al momento de fijar honorarios y pensando únicamente en las cuentas por pagar, porque si yo no lo hago, estoy cierta de que nadie lo hará por mi……..salvo que Dioscito tenga pensado para mi un hombre multimillonario, lo que es altamente improbable y la verdad de las cosas, no me interesa porque mi Happycidad no tiene nada que ver con eso y por último es mi palabra favorita y yo elijo el significado que quiero darle.